Últimamente el tiempo vuela. El mío, quiero decir. Entre el trabajo, la vida personal, lo poco que consigo ir al gimnasio y dormir un rato de vez en cuando, estas últimas semanas/meses he tenido el blog bastante desatendido. Y no será porque no se me ocurran temas sobre los que escribir: lo que pasa es que no tengo tiempo para sentarme a hacerlo. Literalmente. Hace unos días, durante una (muy) fugaz visita a Galicia, mi buen amigo Home de Xeo constató amablemente que hacía mucho que no escribía sobre comics; que no “lo tenía al corriente de mis últimas lecturas”. Así que a ver si hoy subsanamos eso con una batería de micro-reseñas primaverales… por mucho que me apene no poder dedicarle a alguno de los siguientes títulos una entrada monográfica en condiciones. Al lío:
Ojo de Halcón #1: Seis día en la vida de…
Como probable efecto colateral de la película sobre “Los Vengadores”, el arquero Clint Barton estrena nueva serie en solitario bajo la batuta del sólido guionista Matt Fraction y el excepcional trabajo gráfico de los españoles David Aja (adoro a este tío desde que lo descubrí en “El inmortal Puño de Hierro”) y Javier Pulido. Es precisamente la parte visual de “Ojo de Halcón”, con una narrativa y un diseño de página primorosos, la que eleva notablemente la calidad de una serie marcada por un tono urbano que mezcla humor, espionaje y toneladas de acción. No será el tebeo del año, pero sí una lectura divertida y sin pretensiones que da exactamente lo que promete. “Yippee ki-yay”, que diría John McClane.
The Boys #1 (edición integral)
Reedición en libracos muy gordos de la serie regular con la que el escritor irlandés Garth Ennis pretendía superar el éxito de su conocida “Predicador”. El argumento es tan simple como, a priori, tentador: “¿Quién vigila a los vigilantes?” Pues The Boys, un grupo de mercenarios de la CIA dedicados a extorsionar, humillar públicamente y (si es preciso) eliminar a cualquier super-héroe que se pase de la raya, cosa que hacen muy a menudo… con erótico resultado. Teniendo a Ennis como guionista, la cabecera asegura altas dosis de violencia explícita, sexo sucio, cantidades ingentes de alcohol y palabrotas que hacen llorar al niño Jesús: la clase de contenido ¿para adultos? que me alegraría la vida con 15 años pero que hoy por hoy me resulta un poco infantil. Teniendo a Darick Robertson (lo peor de la sobrevalorada “Transmetropolitan” de Warren Ellis) como dibujante, uno se asegura también un acabado visual expresivo y grotesco que encaja perfectamente con el tono de la serie, por mucho que el artista norteamericano no sea santo de mi devoción. “The Boys” tiene sus momentos… pero no es “Predicador”. Ni de lejos.
Fatale #1: La muerte me persigue
Ed Brubaker y Sean Phillips, el equipo creativo detrás de pepinazos como “Sleeper” y “Criminal” (y también “Incógnito”, que no estaba mal), se reúnen de nuevo en una colección que hermana la serie negra más canónica (años 50, detectives con gabardina, mujeres fatales) con el rollo lovecraftiano de las sectas ocultistas y los horrores primigenios inenarrables. Es decir: “Criminal” + “Los mitos de Cthulhu”. ¿Es original y sorprendente? No, son Brubaker y Phillips haciendo más o menos lo de siempre. ¿Funciona? ¡Pues claro, son Brubaker y Phillips, maldita sea!
Invencible #17: Ser inteligente
La mejor serie regular de super-héroes que se publica hoy en día (según el 100% de los redactores de este blog) prosigue su andadura en la edición de Aleta/Dolmen y alcanza los 84 números yankis con la frescura de los guiones de Kirkman y el buen hacer gráfico de Ottley intactos. Tras el punto y aparte que supuso la “Guerra Viltrumita” (os hablaba de ella hace relativamente poco), Mark Grayson debe decidir qué significa para él ser un héroe: ¿se trata sólo de patear el trasero al villano de turno o existe la posibilidad de hacer algo más para mejorar el mundo? A su manera ligera y desenfadada, Kirkman explora conceptos que ya habíamos visto en títulos como “Miracleman” o “The Authority” (el super-héroe como fuerza de oposición al statu quo) en un tomo de descompresión dramática que expande los horizontes del Universo Invencible. Y yo feliz.
Hombre #1 (edición integral)
Una de las mayores deudas del actual panorama editorial hacia el tebeo español de los 80 se ve por fin subsanada: la hasta ahora ilocalizable obra maestra de José Ortiz y Antonio Segura se reedita en dos volúmenes integrales que hacen justicia a un clásico que se mantiene tan fresco y actual como el primer día. Las aventuras de Hombre, superviviente anónimo en un apocalipsis que antecede en espíritu a “La carretera” de Cormac McCarthy, son un trabajo artesanal de primera magnitud, con guiones sencillos pero contundentes a cargo de Ortiz y un dibujo atmosférico, expresivo, detallista e -introduzca aquí su superlativo favorito- obra de Segura. Posiblemente, junto a “Paracuellos” de Giménez y “Torpedo” de Bernet y Abulí, mi clásico hispano favorito de todos los tiempos.